"He venido para traerte mala suerte"



19 junio 2012

La maldición de la luna. CAPITULO II MEMORIA

Suave y cálido. Envuelta en un sueño del cual no quería despertar, se sentía tan a gusto sin abrir los ojos qué no entendía la necesidad de despertarse ¿para qué quería abrirlos? solo vería una realidad que no quería ver ¿no era más sencillo dejarla así?

Meneo la cabeza de lado a lado y cuando por fin pudo abrir los ojos, una luz la cegó.

-¿Dónde estoy?-Fue su primera pregunta.


-Estamos en una cabaña, lo recuerdas- le contestó una voz a lo lejos.


-Hay tanto sol- uso su brazo para evitar que le dieran los rayos solares en los ojos y se percató de que estaba herida.


Así que no había sido un sueño, Zero y ella en verdad se habían encontrado después de 7 años y ahora el, en su condición de vampiro la había atravesado con sus afilados colmillo.


Musidora toco la herida como si tratara de borrarla de su memoria, Zero la observo y viendo la preocupación en sus ojos ella le mintió.


-No te preocupes Zero-kun, voy a sanar pronto, esto no es nada para mí créeme me la he visto peor, es más ya casi no me duele-le mostró una sonrisa fingida y a continuación sintió pesado los parpados y volvió a quedar dormida.



Sabía que a Ichiru no le gustaba que Zero hablara con otras personas, eran unos gemelos muy unidos y en ocasiones la gente solía confundirlos a no ser por el hecho de que Ichiru era un niño muy enfermizo, los dos eran idénticos, mismo cabello blanco y esos ojos de color morado que podían compararse con alejandrinas, ella a veces solía confundirlos a no ser por que Ichiru siempre la miraba con odio.

“¿Por qué?” se preguntaba “¿Porqué me mira con odio?”

El la había acorralado atrás de la iglesia del pueblo.

-Deberías evitar acercarte a Zero-dijo Ichiru

-¿Por qué? el es muy bueno y amable, tu eres su hermano no deberías decir eso-replicó.

- Si te le acercas solo terminaras herida-sentenció Ichiru.

-Tu no me harías daño ¿o sí Ichiru-kun?-preguntó preocupada.

-Tal vez yo no pero no puedo asegurarte que Zero haga lo mismo…después de todo es igual a mis padres-terminando de hablar se retiro y la dejo atrás.

-¡¡¡Estas equivocado!!!! Zero-kun es una buena persona…Zero… Zero…

-Musidora, despierta-le decía Zero mientras trataba de despertarla.

Ella abrió lentamente los ojos y lo vio, la luna los iluminaba en el pequeño cuarto de la cabaña. De sobresalto Musidora se levanto y sin querer choco su cabeza con la de Zero. Ambos resintieron el golpe.

-Lo siento, me quedé dormida-se disculpó.

-Creí que ibas a dormir para siempre, sin duda no han cambiado algunas cosas-evidenció Zero mientras se sobaba el golpe.

-Eso no tiene nada que ver-contestó molesta y se sentó a la orilla de la cama.

“Puede haberse vuelto vampiro pero sigue siendo igual de molesto” pensó.

-Hey, Musidora ¿no tienes hambre?-preguntó Zero.

-No, estoy bien así-

-Debes comer para reponerte-

Musidora como si no lo hubiera escuchado comenzó a acomodar sus cosas.

-¿A dónde piensas ir en esas condiciones?-

-A acabar con cierto vampiro que debí haber eliminado hace mucho tiempo, esta vez Aidou no escapará-contestó mientras siguió empacando.

Zero se acercó a ella y le tomó la mano.

-Zero-kun..-dijo preocupada

-¿De donde lo conoces?-preguntó sorprendido

-Eh?

-No importa, no te acerques a él, esta acompañado por dos pura sangres-le advirtió.

-La que llamaste “Yuki” ¿ella es una pura sangre? ¿Ella fue la que te transformó?-preguntó.

Zero no contestó, la soltó y miro hacia otro lado.

-Zero ¿Quién te transformó? ¿Fue ella no es así?-preguntó con un tono serio mostrando su enojo hacia aquella vampira.

-Te equivocas…

-¿Por qué? ¿Por qué siempre haces lo mismo? Desde que éramos niños inclusive cuando somos amigos nunca me decías lo que te pasaba, puedes decirme las cosas. Sabes, a mi no me importa que seas un vampiro ahora, puede que no nos hayamos visto durante mucho tiempo pero hay algo que si te puedo decir ¡a mi me agrada Zero-kun antes y ahora también! -dijo Musidora y se sorprendió por sus ultimas palabras.

Zero la miro impresionado.

-Lo…lo que quiero decir es que…tú…tú eres mi amigo, no importa que seas-dijo apenada y le dio la espalda.

Zero al oír decir eso a Musidora, recordó a la que había querido proteger, a la que amo… y a la que el destino le había arrebatado, ya nunca nada sería igual.

-Zero-kun…-le llamó Musidora

-Gracias-le susurró.

La escena se vio rota por una voz ya conocida por Musidora.

-Ya veo que me has reemplazado Musidora- dijo Aidou

Musidora volteo y lo vio en la orilla de la ventana.

-Aidou Hanabusa…-dijo casi en un susurro mientras sacaba a Croc de su funda.

-¡¿Tú que haces aquí?!-Dijo de improviso Zero.

-No vengo a pelear Musidora así que baja tu arma- advirtió Aidou viendo que Musidora tenía la intención de atacarle.

-¿a que has venido?-insistió Zero.

-A darte un mensaje de Yuki-sama-dijo sin quitarle la vista a Musidora.

-¿Yuki? ¿Qué es lo que quiere?-preguntó Zero

-Pregunta si has venido a cumplir tu promesa-Esta vez Aidou volteo a verlo.

Zero lo miro con aspecto serio y contesto.

-Sí –contesto secamente Zero.

-Ya veo, se lo comunicaré- contestó a Aidou y antes de irse agregó-Será mejor que te vayas pronto de este lugar Musidora hay Cazavampiros cerca y no creo que vayan aceptar que Kiryuu te acompañe.

-Ese es mi problema Aidou, ahora lárgate-

-Eres muy cruel-le dijo el.

-No más que tú- le contestó y Aidou desapareció por la ventana.

Nuevamente quedaron solos y la visita de Aidou únicamente despertó más dudas en Musidora.

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